Instituto Mexiquense para la Discapacidad

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Secretaría de Salud

Integración Sensorial

El procesamiento sensorial en el ser humano no siempre es el adecuado, en ocasiones presenta una dificultad en su integración causando diferentes respuestas adaptativas. En algunas ocasiones puede estar acompañado de patologías relacionadas con las funciones corporales que interfieren con las actividades de la vida diaria.



La integración sensorial es un proceso por la que la información sensorial del cuerpo y del ambiente se integra en las áreas cerebrales para dar una respuesta de adaptación. La estimulación sensorial se da mediante la exposición de los 7 sentidos (Táctil vestibular, auditivo, visual, olfatorio, gusto y propioceptivo), cuyo propósito es facilitar el procesamiento sensorial, para lograr su adecuada integración.

Jean Ayres (1960) en su libro de "Integración sensorial y el Niño" menciona que la integración sensorial es la organización de sensaciones para su uso y fluyen al cerebro como arroyos a un lago.

Cuando hay un problema en la integración de la información en las áreas cerebrales, se presenta un desorden sensorial. Que nos puede afectar de manera que se reaccione bruscamente a un estímulo, o de lo contrario la ausencia de respuesta adaptativa. La integración sensorial es aquello que ocurre de manera automática en la mayoría de las personas. Función viene de la palabra latina functio, que significa "acción" o "ejercicio". De manera que función neural es la manera en que el sistema nervioso ejecuta un trabajo. Comúnmente en los niños, la integración sensorial se desarrolla con el día a día de las actividades de la infancia. Gracias a la integración sensorial se organizan los estímulos de sensaciones para su uso y de acuerdo con Jean Ayres, estos fluyen como arroyos a un lago. Nuestros sentidos nos otorgan la información acerca de las condiciones físicas en nuestro cuerpo y el ambiente que nos rodea.

Innumerables estímulos de información sensorial son percibidos por nuestro cerebro a cada momento, no solo por nuestros ojos y oídos, sino también por los receptores que se encuentran en todo nuestro cuerpo.



La integración es lo que transforma las sensaciones en percepción. Podemos percibir nuestro cuerpo y otras personas y objetos gracias a que nuestro cerebro ha añadido los impulsos sensoriales en forma y relaciones con significado.

Una respuesta adaptativa es una respuesta a una experiencia sensorial, y el mayor desarrollo de integración sensorial ocurre durante una respuesta adaptativa.

Dentro de la estimulación sensorial "las intervenciones pueden variar de 5 a 72 horas en la infancia, y el factor más importante para determinar la duración del tratamiento es evaluar el tiempo de respuesta de los resultados".

Los umbrales neurológicos indican la cantidad de estímulos necesarios para detectarlos, pueden ser altos (estímulos intensos para detectarlos) a bajos (necesitan pequeños estímulos sensoriales para detectarlos).

Los desórdenes sensoriales pueden ir acompañadas o estar aisladas. Se puede acompañar de TDHA (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad) se puede encontrar alarmas de movimiento constante y la actividad carece de propósito debido a un exceso de actividad neural.

El niño autista presenta síntomas del procesamiento sensorial insuficiente, que dificultan la localización del estímulo y esquema corporal, así como dificultad en la planeación motora, falta de atención y en otras ocasiones reaccionado exagerados, provocando inseguridad gravitacional por lo tanto la emoción, la motivación, el aprendizaje, la memoria son afectados. Algunos niños con síndrome de Down se les puede dificultad para la autorregulación en el ambiente, dificultad para comunicarse y hacerse entender interfiriendo en sus actividades de la vida diaria.



El TDAH puede estar acompañado de desorden sensorial y de acuerdo con la Guía de consulta de los Criterios Diagnósticos del DSM-5 (2014) el trastorno por déficit de atención con hiperactividad es descrito como un "patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad...".

En múltiples ocasiones los problemas de aprendizaje están relacionados con integración sensorial insuficiente y la mayoría de los niños tienen un grado de disfunción integrativa sensorial; la lectura, escritura y aritmética demandan bastante integración sensorial y cuando se es insuficiente puede interferir en el proceso de aprendizaje en el cerebro, puede provocar un comportamiento inadecuado en el aprendizaje académico. Para la detección de desórdenes sensoriales es necesario aplicarse pruebas estandarizadas, observaciones estructuradas de las respuestas a la estimulación sensorial que puedan validar la presencia de este procesamiento; y así tener una intervención eficaz por parte del especialista, mejorando el desempeño del niño. Algunas señales relacionadas con los sistemas sensoriales hipersensibles: pueden evitar y sentirse molesto por texturas, olores, sonidos, luces o movimientos. En las actividades de la vida diaria los niños con desorden sensorial presentan deficiencias dependiendo la amplitud y los padres rara vez se dan cuenta dejando pasar los signos de alarma y cuando esto interfiere en el desempeño ocupacional es cuando notan algo raro en el niño.

De acuerdo con las etapas del desarrollo en la infancia roles como el juego y la educación, se vuelven sumamente indispensables para la participación social del niño, ocasionando que estos se frustren y continúen con un desarrollo óptimo.

Se habla de hiperreactividad al hecho de una excesiva agitación neural en cualquiera de los siete sentidos; al referirnos a una hipo reactividad el niño no integra la información en las áreas cerebrales adecuadas y se le puede ver reaccionando poco o nulamente a los estímulos.

Se ha documentado la importancia de la correcta integración sensorial y de las consecuencias negativas para el niño de su poca o deficiente integración alertando a los padres de familia para su óptima intervención.

P.L.T.O. Tania Itzel Hernández Sánchez
Instituto Mexiquense para la Discapacidad (IMEDIS)


Bibliografía: